por: Ing. Verónica Jaramillo | 08/07/2024
Tomando un café mi amiga Sofía me decía: “Cuando tenía 10 años anhelaba terminar el colegio, cuando estaba en el colegio soñaba con terminar la universidad, cuando estaba en la universidad me veía llegando al trabajo en un lindo carro, cuando empecé a trabajar en una empresa privada aspiraba viajar por el mundo en las vacaciones y ahora que tengo 3 años de estabilidad laboral veo que no tengo carro, no he viajado, no he estudiado la maestría y ni pensar en comprar una casa, solo tengo deudas y mi sueldo llega y se va”. Así como Sofía, muchos jóvenes se encuentran estancados en la desesperación de no conseguir una salida de sus deudas y ver truncados sus objetivos, me entristece ser observadora del desgaste emocional que provocan los problemas financieros, y es por eso que me he propuesto ayudar a que jóvenes y familias consigan planificar sus finanzas y se permitan cumplir sus sueños.
Define la meta que deseas alcanzar, si es posible, determina etapas u objetivos que deberás cumplir. Por ejemplo, si deseas comprar una casa, podrías establecer como primer propósito pagar todas las deudas en el primer año y en el siguiente año podrías proponerte ahorrar para la entrada o enganche. Tómate tiempo suficiente para este paso, aquí es donde diseñas el camino, trata de que sea cuantificable porque deberás medir numéricamente para saber si los estás alcanzando y no te olvides de guardarlo en un lugar visible, recuerda que es tu ruta a seguir.
Establece un presupuesto anual y mensualízalo, será más cómodo si lo ajustas al periodo de pago de tu fuente de ingresos, por ejemplo, si el sueldo te lo pagan mensualmente, tu presupuesto debe ser mensual. Existen plantillas de Excel y Apps muy prácticas para este fin o puedes llevarla en una libreta porque el modelo es sencillo: ingresos y egresos. Deberás detallar todos los ítems, incluye hasta los “gustitos”, es recomendable usar un escenario conservador utilizando tus registros históricos para determinar el presupuesto de cada rubro. El control y seguimiento es muy importante, evita gastos innecesarios, mantente alineado a tu presupuesto y no dejes que el dinero se te vaya como agua en las manos.
Paga tus deudas. Si te atrasas en el pago de las cuotas de tu crédito el gasto financiero se incrementa, si pagas el valor mínimo del estado de cuenta de tu tarjeta de crédito el gasto financiero se incrementa, si no pagas verás crecer tus deudas convirtiéndolas en una bola de nieve y si ya estás dentro de la bola de nieve, levanta la mano y pide ayuda. Atrévete a pedir a tu banco una solución como un acuerdo de pago, un refinanciamiento o una reestructuración de la deuda, si te es posible consigue consolidar la deuda y convierte ese dolor de cabeza en un solo pago mensual.
Huye de las tarjetas de crédito innecesarias, no caigas en la tentación de aceptar todas las marcas que ofrece en el mercado, una tarjeta es suficiente y puedes organizar mejor tu situación financiera, recuerdas que son un medio de pago, no son una fuente de financiamiento. Úsalas por comodidad y seguridad consumiendo y pagando la totalidad en el siguiente corte de tu estado de cuenta, evita diferir a menos que sean montos muy altos.
¡Ahorra ahora! Deberíamos ahorrar el 20% de nuestros ingresos, yo sé que no todos pueden alcanzar este ideal en corto plazo, pero debes ajustar tus finanzas para llegar a ahorrar lo suficiente para planificar y cumplir objetivos financieros, para cubrir imprevistos o para tu jubilación. Muchas personas consideran ahorrar cuando tienen un superávit, pero en realidad debemos considerar un valor fijo dentro de nuestro presupuesto.
Por último, cuida tus finanzas, no dejes que los problemas financieros te quiten el sueño.